Recientemente, un reconocido analista deportivo puertorriqueño, conocido como Juancho, realizó unas declaraciones polémicas en su programa sobre el pelotero dominicano Juan Soto.
Según el analista, aunque Soto ha tenido una temporada destacada al alcanzar los 30 jonrones y 30 bases robadas, no considera que sea un jugador «natural» para lograr este tipo de estadísticas, particularmente en el rubro de las bases robadas. Para Juancho, este logro fue más producto de una estrategia de equipo que del talento individual de Soto como corredor.
Esta es la primera vez en la carrera de Juan Soto que alcanza el hito del 30-30, una marca que solo un grupo selecto de peloteros ha logrado en la historia de las Grandes Ligas.
Reconocido por sus habilidades
Soto, ampliamente reconocido por su gran conocimiento de la zona de strike, su disciplina en el plato y su poder al bate, ha sido temido durante años por los lanzadores rivales. Sin embargo, su velocidad en las bases nunca ha sido una de sus fortalezas más destacadas, algo que el analista no dudó en señalar.
Juancho afirmó que, a pesar de los números que respaldan su temporada, Soto es un corredor lento. Para sustentar su argumento, presentó un dato llamativo: de los 563 jugadores que han visto acción en las Grandes Ligas durante esta temporada, Soto se ubica en la posición 584 en términos de velocidad, un número que parecería contradictorio, pero que se entiende como una hipérbole para enfatizar su punto.
Según explicó, esta estadística lo coloca entre los jugadores más lentos de todo el circuito, y la mayoría de los que están por debajo de él en velocidad son receptores, quienes tradicionalmente no se destacan por su rapidez.
Manejo estratégico
El analista también insinuó que parte del éxito de Soto en el robo de bases se debe a un manejo estratégico por parte del cuerpo técnico de su equipo. En otras palabras, habría sido impulsado a correr en momentos específicos y con instrucciones muy claras, posiblemente aprovechando situaciones favorables como lanzadores con movimientos lentos o desatentos.
Esta táctica habría sido utilizada para potenciar aún más su valor en una temporada contractualmente importante para el jugador, lo cual no es raro en el mundo del béisbol profesional.
A pesar de las críticas, es innegable que Soto ha tenido una campaña sobresaliente. Alcanzar una temporada 30-30 es una hazaña notable, y más aún si consideramos que no es conocido por su velocidad. Esto podría interpretarse también como una evolución en su juego y una muestra de que ha trabajado para ser más completo.
Las opiniones como las de Juancho, si bien pueden parecer duras, también forman parte del análisis deportivo que busca ir más allá de los números y considerar el contexto y las habilidades reales del jugador.
En conclusión, aunque Juan Soto ha alcanzado cifras impresionantes esta temporada, el debate sobre su velocidad y su verdadera capacidad como robador de bases sigue abierto. Lo cierto es que, sea por estrategia o esfuerzo propio, ha demostrado ser un jugador determinante en múltiples aspectos del juego.