Joven no logro firmar por falta de documento, ahora vive de ambulante en el Centro Olímpico de santo domingo.
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A través de este articulo le hablaremos del joven que no consiguió firmar en grandes ligas por falta de documentos.
Ver al final del artículos los bonos que dejo pasar por la falta de documento.
Jóvenes de ascendencia haitiana ven desperdiciar su juventud y sus talentos para el béisbol por falta de documentos que certifiquen su identidad y su edad.
Para un lanzador zurdo atrapar un bono considerable a partir de los 16 años basta con que sus pitcheos alcancen las 75 millas. Si es derecho debe pasar las 80.
Con esa edad, Jean Dosle superaba las 92 millas con control, pero a sus 22 años ni siquiera las cinco millas de velocidad que ha agregado a sus lanzamientos han roto una barrera de acero.
Que separa su mundo de miseria con la vida de lujo que su talento le permitiría gozar en condiciones normales.
Dosle, un zurdo de 6’2 de estatura y 195 libras, es un caso dentro de las miles de personas que nacieron en suelo dominicano de relaciones haitianas.
Y que la falta de una documentación legal los mantiene en un limbo jurídico, que les ata de pies y manos para desarrollar sus vidas y explotar sus talentos.
Dosle nació en 1990 en un batey de Barahona donde sus padres haitianos trabajaban en la industria azucarera, pero no tenían documentación.
Ver al final del artículos los bonos que dejo pasar por la falta de documento.
Allí creció jugando béisbol y su talento llamaba la atención de todo escucha que conocía de él.
Pero al enterarse sobre sus problemas de documentación con rapidez alejaban las ofertas y, las que quedaban, bajaban los dígitos de su valor.
Dosle, ahora de 22 años, no cobró ninguno de los bonos y en la actualidad deambula en el Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
Sus padres murieron y duerme en un «horno» debajo de las graderías del Pabellón de Lucha Olímpica del referido parque deportivo.
Dejé la escuela en sexto (grado) cuando comencé a entrenar fuerte y no he podido regresar. No tengo muchas opciones», dice Dosle en un español que delata sus orígenes.
Pese a las vicisitudes y las experiencias dolorosas que ha pasado, el joven de tez morena, aún no tira la toalla, ya que.
Según él, los Marlins tienen interés en retomar el proceso. De no prosperar piensa dedicarse a entrenar a otros jóvenes talentos del beisbol.
«Lo único que sé hacer es jugar pelota. No tengo a nadie que me ayude, mis padres murieron. Si no me firman entonces tendré que dedicarme a ser entrenador.
No tengo ni un lugar donde vivir», dijo Dosle, mientras desayunaba con una empanada de harina y un vaso de jugo de naranja.
Pues en los casos de los peloteros y los otros 2,600 con los que trabajan, no se trata de extranjeros, si no de dominicanos.
El Movimiento trabaja actualmente con 2,600 dominicanos de origen haitiano que tuvieron acceso a documentación y tras la disposición de la JCE en 2007.
Bonos que fracasaron
En 2007, la directiva de los Arizona Diamondbacks (equipo que no tiene fama de otorgar bonos altos en América Latina). conscientes de la aventura que emprendían.
Ofreció US$50 mil por él, pero tras seis meses de tenerlo en su academia de Baseball City en Boca Chica tuvieron que dejarlo libre.
A principio de 2008, los Orioles de Baltimore acordaron entregarle US$45 mil, pero luego de ocho meses en sus facilidades en San Pedro de Macorís sin progresar en sus trámites legales, no tuvieron otra opción que apartarlo.