Erick Aybar, uno de los torpederos dominicanos más queridos y consistentes del béisbol, decidió colgar oficialmente los spikes en agosto de 2022, marcando el final de una trayectoria de más de dos décadas en el terreno de juego.
Su retiro se produjo durante su última etapa como jugador de la pelota invernal dominicana con los Tigres del Licey, equipo con el que dejó una huella imborrable.
El anuncio fue confirmado por el gerente general Audo Vicente, quien también reveló que Aybar, junto a sus compatriotas Hanley Ramírez y Héctor Noesí, optó por poner fin a su carrera de manera voluntaria.

Lejos de alejarse del béisbol, Aybar decidió continuar aportando su experiencia al integrarse como asesor en la gerencia de los Tigres, asumiendo un nuevo rol dentro del equipo que lo vio brillar.
En las Grandes Ligas, Aybar dejó su sello como un campocorto hábil, confiable y con gran presencia en el clubhouse. Su última temporada en la MLB fue en 2017 con los Padres de San Diego, y su último juego se registró el 1 de octubre de ese año.
A lo largo de su carrera en las Mayores, vistió los uniformes de los Angelinos de Los Ángeles, los Bravos de Atlanta, los Tigres de Detroit y finalmente los Padres. Acumuló más de 1,000 hits y fue reconocido por su defensa elegante y su consistencia en el plato.

Paso por las grandes ligas
Tras su paso por las Grandes Ligas, Aybar llevó su talento a la Liga Mexicana de Béisbol, donde defendió los colores de los Acereros de Monclova entre 2018 y 2021. Más adelante, en 2022, firmó con los Algodoneros de Unión Laguna, aunque su etapa con ese equipo fue breve, siendo liberado en junio.
Hoy, Aybar inicia una nueva etapa fuera del terreno, pero su legado como jugador perdura en la memoria de los fanáticos y en la historia del béisbol dominicano. Su carrera es un reflejo de disciplina, entrega y amor por el juego.