Gamers este es el nombre dado a los jovencito que en la actualidad dedica gran parte de su tiempo a los video juegos.
Son muchos los niños quienes hacen el uso excesivo de estos y el gran problema a corto plazo que estos famosos video juegos pueden causar es algo de lo que pocos hablan.
Ya que son muchas las madres quienes apoyan dicha práctica en sus hijos. Quienes a veces hasta amanecen y ni cuenta se dan de eso.
Es más la mayoría de veces están tan concentrado que ni siquiera saben lo que pasa a su alrededor.
Son muchas las madres quienes a diferencia de otras se quejan de dicha problemática porque estos video juegos no aportan nada a la salud mental de sus hijos.
Al contrario les retrasa el aprendizaje en la mayoría de casos. Han sido muchos los casos de jóvenes que su conducta se torna un tanto agresivas luego del uso excesivo de estos video juegos.
Pero por otro lado hay padres más consentidores quienes dicen preferir que sus hijos hagan el uso de estos solo con la justificación de que según ellos es mejor tenerlos jugando video juegos en casa a que estén en las calles haciendo lo indebido.
Pero lo que realmente desconocen es el dañó que sin darse cuenta les acusan a sus hijos como es el caso de esta madre que le da de comer en la boca a su hijo de 13 años.
Todo porque este no se despega de la computadora hipnotizado por el juego.
La madre narra que abecés hasta falta a la escuela y por no levantarse ni siquiera orina ni come.
Por tal razón se ve en la obligación de darle la comida en la boca mientras el juega. Ya que este ni siquiera hambre siente cuando está concentrado en sus video juegos.
La imagen fue subida con la finalidad de ella recibir alguna ayuda o talvez algún tips para quitar el habito de su hijo pero lo único que está recibió fue fuertes criticas.
Aunque en la actualidad son muchos los niños que se encuentran en esta misma situaciones.
La realidad es que, cada padre tiene como obligación educar y poner limites. A sus hijos ya que cualquier joven tiene acceso a estos video juegos y la gran mayoría de veces se sale de las manos de los padres poder controlarlos.