La Cara de felicidad de Wander franco después de Saber el veredicto

Wander Franco en el banquillo: claves de un juicio que sacude al béisbol y a República Dominicana

Puerto Plata se ha convertido en el escenario de uno de los juicios más delicados y mediáticos de los últimos tiempos en República Dominicana. El protagonista: Wander Franco, campocorto estrella de los Rays de Tampa Bay, enfrenta cargos gravísimos por presunto abuso sexual contra una menor de edad.

El caso, que combina figuras del deporte, acusaciones de corrupción familiar y un entramado de silencios comprados, ha capturado la atención tanto de medios deportivos como judiciales dentro y fuera del país.

El juicio se desarrolla en el Tribunal Colegiado de Puerto Plata. Tras varios aplazamientos —el más reciente pospuso la audiencia originalmente prevista para el 12 de diciembre— finalmente la etapa principal del proceso comenzó esta semana. En total, ya se han celebrado tres audiencias.

Cada día ha revelado detalles más turbios y complejos de un caso que podría cambiar el destino profesional de Franco y dejar una huella en la justicia dominicana.

Uno de los momentos más esperados ocurrió el jueves, cuando la presunta víctima —una adolescente cuya identidad se mantiene en reserva por razones legales— testificó a puerta cerrada.

Decisión Judicial

Esta decisión judicial, aunque esperada por la sensibilidad del caso, subraya el nivel de protección que se le brinda a la menor y la gravedad de los hechos denunciados.

Al día siguiente, el viernes, la fiscalía presentó a varios testigos clave. Las declaraciones habrían aportado elementos que el Ministerio Público calificó como “contundentes”.

En una exposición ante el tribunal, los fiscales detallaron que Franco habría raptado a la menor “con fines sexuales por varios días” en la provincia de Puerto Plata. Según esta versión, el pelotero habría mantenido a la joven en una situación de retención ilegal, y posteriormente habría intentado encubrir el hecho mediante transferencias de dinero a su madre, con la intención de comprar su silencio.

Uno de los elementos más explosivos del expediente presentado por la fiscalía son las transacciones financieras. Documentos obtenidos por la agencia Associated Press revelan que Franco, con la mediación de su madre Yudelka Aybar, habría transferido un millón de pesos dominicanos —equivalentes a unos 17.000 dólares— a la madre de la menor el 5 de enero de 2023. La acusación sostiene que ese pago fue un intento deliberado de sobornar a la madre de la víctima para evitar que se presentara una denuncia formal contra el jugador.

Pero este intento de encubrimiento ha tenido consecuencias adicionales. La madre de la menor también ha sido implicada en el caso y enfrenta cargos por lavado de dinero.

Arresto domiciliario

Actualmente se encuentra bajo arresto domiciliario, mientras continúa la investigación en su contra. Para los fiscales, esta dinámica familiar complica aún más el caso, al revelar un entramado de intereses donde los adultos responsables de proteger a la joven habrían participado en su victimización.

El relato de los fiscales se sostiene sobre múltiples elementos: el testimonio directo de la víctima, pruebas digitales, mensajes intercambiados y los movimientos financieros.

a imagen que se construye en el tribunal es la de una red de manipulación y poder, en la que Franco, como figura pública y con recursos económicos, habría intentado silenciar un delito mediante acuerdos extrajudiciales y pagos a familiares de la menor.

La defensa de Franco, por su parte, ha mantenido una postura de negación. Sus abogados insisten en que las acusaciones son infundadas, y sugieren que las pruebas presentadas han sido manipuladas o malinterpretadas. Alegan también que el jugador ha sido víctima de un intento de extorsión, aunque hasta ahora no han presentado pruebas contundentes que respalden esta teoría.

Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención. En Estados Unidos, la MLB (Major League Baseball) ha suspendido a Franco de forma indefinida mientras se desarrolla el proceso. Los Rays de Tampa Bay han evitado pronunciarse directamente sobre el caso, aunque han declarado públicamente que cooperarán con cualquier investigación y que condenan todo tipo de conducta criminal.

La reputación del jugador, alguna vez considerado una de las promesas más brillantes del béisbol caribeño, pende ahora de un hilo.

Este caso también ha generado un intenso debate en la sociedad dominicana sobre la protección de menores, el papel de las familias, la corrupción judicial y la responsabilidad de las figuras públicas. Organizaciones feministas y de defensa de los derechos de la niñez han exigido un proceso transparente y sin privilegios. Para ellas, el juicio no solo es sobre Franco, sino sobre un sistema que históricamente ha fallado a las víctimas más vulnerables.

Lo que ocurra en las próximas semanas será determinante. Si la fiscalía logra sostener su acusación con pruebas sólidas, Franco podría enfrentar una condena significativa que pondría fin a su carrera deportiva. Si, en cambio, la defensa logra desacreditar a los testigos o sembrar dudas razonables, el pelotero podría salir absuelto, aunque difícilmente indemne en términos de imagen pública.

Por ahora, el proceso continúa, y cada audiencia promete más revelaciones. La justicia dominicana tiene en sus manos no solo el futuro de un deportista de élite, sino también la credibilidad de su propio sistema frente a los abusos de poder y los crímenes sexuales.

 

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